cuarto ciclo de Comunicación Social
La justicia social, la protección social y la seguridad social
Un poco más tarde, la Organización Internacional del Trabajo, y en particular la Declaración de Filadelfia adoptada en 1944 por la Conferencia Internacional del Trabajo, contribuyeron significativamente a la divulgación universal de la protección social y de los valores sobre los cuales está fundada. Entre sus valores de primer rango figuran la solidaridad, la dignidad humana y la justicia social.
La solidaridad
La solidaridad es el principal valor de la protección social. Efectivamente, la protección social no es otra cosa que un conjunto de mecanismos de redistribución de los ingresos a favor de los enfermos, inválidos, ancianos, familias con hijos a cargo, desempleados y pobres.
A este respecto, cabe recordar que tal y como la protección social la aplica, la solidaridad da lugar a dos grandes modalidades de redistribución: la redistribución vertical es el vector de la asistencia social, puesto que su objetivo consiste en garantizar recursos mínimos a las personas más desfavorecidas; la redistribución horizontal responde a la idea del seguro social, que se diferencia del seguro privado por el hecho de que las cotizaciones se basan, no en la probabilidad de que sobrevengan los riesgos cubiertos, sino en las capacidades contributivas.
De esta manera, la protección social responde adecuadamente a las ideas simétricas de deuda de cada persona respecto a la sociedad a la que pertenece (solidarismo) y del derecho de toda persona a gozar de una seguridad frente a los riesgos de la existencia y a tener un nivel de vida adecuado. Con ello, la solidaridad contribuye igualmente al respeto de la dignidad humana.
La dignidad humana
La dignidad de la persona engloba, por lo tanto, el respeto debido al ser humano por su propia esencia, por el hecho de poseer una conciencia, un alma, un espíritu. La dignidad humana es la piedra angular de la filosofía de los derechos humanos, cuyo objetivo es garantizar que sea respetada, razón, precisamente, por la que esos derechos son universales.
Desde dicho punto de vista y como derecho humano que es, la protección social se basa en el reconocimiento de la dignidad del ser humano. Al intentar reducir las desigualdades sociales, no en nombre de un igualitarismo nivelador, sino con el objetivo de garantizar a todas las personas los medios necesarios para tener condiciones de vida decorosa, la protección social contribuye al respeto de dicha dignidad. Desde esta perspectiva, la protección social se presenta igualmente como un pilar de la justicia social.
La justicia social
La justicia social supone que se corrijan mediante una acción redistributiva colectiva las desigualdades de las dotaciones en ventajas naturales. Toda persona cuyo bienestar se vea afectado por circunstancias sobre las cuales no tenga ninguna influencia debe recibir una compensación. El objetivo es que todas las personas tengan las mismas posibilidades de elección y las mismas oportunidades de bienestar a lo largo de sus vidas.
De manera más precisa, según Sen, la justicia social debe evaluarse en términos de potencialidades ( capabilities ), es decir, de las libertades reales de que disfruten las distintas personas de elegir entre diferentes tipos de vida.
Por lo tanto, se podrá considerar una sociedad como más justa en la medida en que mejore la igualdad de oportunidades. Desde este punto de vista, se calificará la protección social de la siguiente manera:
La protección social es un conjunto de mecanismos de redistribución de ingresos, basados en los valores de solidaridad, justicia social y respeto de la dignidad humana. Su misión consiste en que los más desfavorecidos aprovechen los avances económicos, en que se reduzcan o supriman las desigualdades asociadas a factores negativos que reducen las potencialidades de las personas a las que afectan, en que se amplíe el abanico de posibilidades de elección ofrecidas a las personas a lo largo de sus vidas y, consiguientemente, en que se favorezca la igualdad de oportunidades y se contribuya a realizar el bienestar individual y colectivo.
Los valores y los beneficios de la protección social
En los años venideros, la protección social corre el riesgo de verse cada vez más acorralada entre los desafíos a los que tiene que hacer frente y las dificultades que hay que superar para incrementar sus ingresos. Por lo tanto, es más importante que nunca tener conciencia de sus valores y sus beneficios. En el plano internacional, instituciones como la Organización Internacional del Trabajo y la Asociación Internacional de la Seguridad Social trabajan infatigablemente en dicho sentido, lo cual no es fácil en un mundo extremadamente marcado por el predominio de la ideas neoliberales y la hegemonía de los valores puramente económicos. En cada país, conviene no descuidar la pedagogía de la solidaridad y considerar que los auténticos criterios de éxito de una sociedad residen, en primer lugar y sobre todo, en sus avances en materia de respeto de los derechos humanos y de la dignidad humana.
Extractos del articulo "Social protection: Values to be defended!" de Alain Euzéby (Vol. 57, 2/2004), publicado en la "Revista Internacional de Seguridad Social" . Descargar el articulo completo en inglés >>
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