PROJUSTICIA
Extraido por: Gabriela Ordoñez.
Cuarto ciclo de Periodismo.
Publicado el 12/Febrero/1999 | 00:00
Cuarto ciclo de Periodismo.
Publicado el 12/Febrero/1999 | 00:00
Quito. 12 feb 99. (Editorial) Sin duda, una de las buenas
Wrestlemania 27
cosas que le han podido ocurrir al Ecuador es la existencia deProjusticia, que es el Programa Nacional de Apoyo a la Reforma
de la Administración de Justicia. El propósito y la aspiración
de los compatriotas de contar con una Función Judicial
confiable, honesta y ágil son tan viejos como la República.
Todavía resuenan los latigazos con los que un indignado
Rocafuerte laceró a "los jueces públicamente tachados de
venales" en su famosa renuncia a la diputación por la
provincia de Pichincha.
Ahora, tras el proceso de despolitización de la justicia, para
el cual, según conviene olvidar a algunos, tanto empujó Nebot,
las cosas van tomando la dirección correcta y, de lo que se
puede visibilizar, se hallan en buenas manos. Projusticia
cuenta con un área financiada por el Banco Mundial por 10,7
millones de dólares para cuatro proyectos fundamentales que
son el mejoramiento de la gestión del despacho judicial, con
una nueva visión de este nivel de primera instancia; un
programa llamado Derecho y Justicia; el uso del instrumento de
la mediación, y la remodelación y equipamiento de la Función
Judicial.
Esto de mejorar la administración de justicia tiene que ver
con muchas cosas que van desde el adecentamiento, o sea volver
decentes los aspectos físicos de los edificios y oficinas
judiciales, hasta el supremo valor de formar magistrados
presididos por el ideal de la justicia, limpios de corazón y
manos, y llenos de sabiduría. Tales eminencias, no muy
frecuentes, por cierto, tienen que ser la regla y no la
excepción y, de ser posible, deben estar en todos los niveles
de la judicatura. El acto de juzgar y aplicar correctamente
las leyes es, para las sociedades de cualquier parte del
mundo, lo que el techo es para las casas, o sea protección y
cubierta frente a la injusticia y a la ilegalidad.
Satisface saber que en tal campo, cerca de 500 magistrados,
jueces y profesionales del Derecho han recibido capacitación
académica por parte de Projusticia a nivel nacional. Se han
beneficiado las Cortes de Quito, Guayaquil, Loja y Babahoyo,
por medio de la realización de seminarios-talleres sobre los
nuevos temas e instituciones establecidos por la vigencia de
las nuevas disposiciones constitucionales.
Pero hay algo de mayor proyección y ambición que es el
convenio celebrado por Projusticia con las Facultades de
Jurisprudencia de las universidades nacionales, que se inicia,
como es lógico, con una investigación sobre la situación
académica y de diverso orden de las Facultades para establecer
el correspondiente diagnóstico y tomar las medidas conjuntas
más adecuadas, de manera, digo yo, de obtener cierta
uniformidad en la preparación de los futuros abogados y
jueces. Hay que lograr una formación excelente y homogénea,
dentro de lo relativo, porque por ahora hay demasiada
disimilitud entre unas y otras universidades.
Pasos fundamentales, o sea básicos, se están dando en el
progreso de la administración de justicia. Sobre tales
cimientos la ciudadanía irá cobrando confianza en los jueces
y, probablemente, se irá borrando aquello de que "es
preferible un mal arreglo antes que un buen juicio". El adagio
popular nació, seguramente, de la lentitud judicial y también
de aquello que provocó la ira de Rocafuerte en su tiempo y la
incertidumbre y frustración sufridas por mucha gente que ha
padecido, con desesperanza, todo lo que acarrea una
incorrecta, tardía y a veces hasta incompetente administración
de lo justo y legal. (DIARIO HOY) (4-A)
No hay comentarios:
Publicar un comentario